¿Por qué la zonificación es uno de los temas más críticos y menos entendidos en la Ciudad de Panamá?
- jonathan monterrey
- 7 dic
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La zonificación es mucho más que un mapa lleno de colores: es el lenguaje silencioso que define cómo crece, respira y se transforma la Ciudad de Panamá. Y aunque muchas veces pasa desapercibida, en la zona central —San Francisco, Bella Vista, Calidonia, Punta Paitilla, Obarrio y el corregimiento de Panamá— se convierte en una herramienta vital para garantizar un desarrollo urbano equilibrado y sostenible.
En palabras simples, la zonificación establece qué se puede construir y dónde, pero en palabras urbanas… establece el ADN de la ciudad. Siguiendo ideas de referentes como Jane Jacobs, quien defendía la mezcla de usos y la vitalidad callejera, la zonificación bien aplicada permite crear barrios donde la vida fluye: viviendas cerca del trabajo, comercios accesibles, servicios esenciales integrados y calles llenas de actividad humana. La clave está en encontrar el balance entre densidad, convivencia funcional y calidad de vida.
En Ciudad de Panamá, donde el crecimiento ha sido vertiginoso —y a veces desordenado— esta herramienta cobra una importancia especial. El urbanista Jan Gehl insiste en que las ciudades deben diseñarse “a escala humana”, y la zonificación es la primera barrera (o el primer puente) para lograrlo. En la zona central, cada modificación de densidad, cada cambio de uso de suelo y cada altura permitida impacta directamente la movilidad, la sombra urbana, la ventilación natural, el acceso a infraestructura y hasta la manera en que interactuamos con el espacio público.
Por ejemplo, cuando la zonificación en áreas como San Francisco permite densidades muy altas sin un acompañamiento proporcional de espacio público, transporte o equipamientos, la consecuencia es inmediata: congestión, saturación de servicios y un tejido urbano que pierde coherencia. Por otro lado, cuando se aplican criterios técnicos sólidos —inspirados en referencias como el “Urban Code” de Nueva York o los principios de planificación compacta–mixta de Copenhague— las ciudades encuentran un equilibrio que potencia la inversión privada sin sacrificar la calidad de vida.
Lo que mucha gente no sabe es que la zonificación también protege el valor de las propiedades. Una zonificación clara y actualizada reduce riesgos, da seguridad jurídica y permite evaluar el verdadero potencial de un lote o edificio. Es la brújula del desarrollador, el radar del inversionista y la primera línea de defensa del ciudadano que quiere vivir en un barrio ordenado.
Además, en una ciudad que enfrenta retos como la movilidad congestionada, la falta de áreas verdes y el aumento de proyectos de gran altura, la zonificación se convierte en una herramienta estratégica para afrontar el futuro. Siguiendo lineamientos similares a los del New Urbanism o los conceptos de ciudad de 15 minutos de Carlos Moreno, Panamá puede transformar su zona central en un territorio más eficiente, conectado, inclusivo y humano.
En resumen: la zonificación es el punto de partida para construir la ciudad que merece Panamá.Revisarla, comprenderla y aplicarla adecuadamente no es solo un tema técnico: es un acto de responsabilidad urbana.
Si estás evaluando un lote o planeando un proyecto, la zonificación es el primer documento que debe estar sobre la mesa. Allí se esconde la verdadera oportunidad. ¿Quieres que te ayude a interpretarla o verificar el potencial real de una propiedad? Estoy listo para apoyarte.

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